VIOLENCIA NO, PACIENCIA TAMPOCO
Quiero empezar por aclarar dos conceptos: primero, no soy partidario bajo ningún concepto de la violencia física ni de la violencia verbal y segundo, si soy partidario de tener la suficiente energía como para que nuestras razones se impongan y seamos capaces de reinventar un mundo justo que resuelva los problemas que nos acucian.
Quiero empezar por aclarar dos conceptos: primero, no soy partidario bajo ningún concepto de la violencia física ni de la violencia verbal y segundo, si soy partidario de tener la suficiente energía como para que nuestras razones se impongan y seamos capaces de reinventar un mundo justo que resuelva los problemas que nos acucian.
Los ciudadanos del mundo
entero deben plantearse la inmediata disolución de la Organización
de las Naciones Unidas por ser un instrumento caduco, manipulado por
el derecho al veto de los cinco países más poderosos del mundo y
que por tanto anulan y hacen ineficaz este Organismo, bastan algunos
ejemplos:
La FAO no ha servido para
remediar el hambre en el mundo, no ha servido para fomentar cultivos
que provean de alimentos a los millones de personas que mueren de
hambre, especialmente los niños.
La Unesco, no ha sido
capaz de preservar los patrimonios artísticos, espacios naturales,
de desarrollar un modelo cultural que fomente la cooperación entre
todos los pueblos. Se ha destruido gran parte de nuestra cultura, se
han permitido recortes en la enseñanza pero se ha permitido y
fomentado la cultura de los más poderosos.
La UNICEF no ha servido
para acabar con los niños soldados, no ha servido para que todos los
niños tengan posibilidades de educación.
Las tensiones militares y
los conflictos bélicos localizados están a la orden del día, el
Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas no sólo ha fracasado
sino que es un fraude en tanto en cuanto es un instrumento al
servicio de las 5 potencias mayores del mundo y que ha permitido
guerras muy localizadas lejos, de las grandes potencias ya que
constituyen un gran mercado de ventas de armas y equipamientos
militares.
Después de la Primera
Guerra Mundial, se disolvió la Sociedad de Naciones por su enorme
fracaso, creándose entonces la Organización de las Naciones Unidas
que como ahora estamos comprobando ha sido también otro fracaso. El
fracaso de dichos organismos, es el fracaso de la humanidad, es el
fracaso de los que dirigen el mundo y es en definitiva, el fracaso
que lleva a que una pequeña parte de la humanidad explote a una
inmensa mayoría, ante la indiferencia de todos nosotros que
buscamos refugio en nuestros equipos de fútbol, de béisbol o de
baloncesto o en nuestras banderitas, patrias grandes y patrias chicas
que se convierten en jaulas doradas que las hacen impermeables ante
los millones de personas que sufren de hambre y desesperación.
Curiosamente gastamos más
dinero en defendernos de los pobres que en ayudarles a salir de su
pobreza. Puede que este artículo moleste a algunas sensibilidades
pero esta ha sido mi intención al escribirlo.
Juan Miguel Portal Olea
Sociólogo
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